El uso de tutores de madera es imprescindible para árboles recién plantados, algunas especies de arbustos y hortalizas. Por lo general se utilizan tutores de madera de pino tratada en autoclave. Hay también alternativas para nada recomendables como la madera sin tratar y el bambú que, a la larga, terminan resultando más caras ya que terminan pudriéndose rápidamente. Existe también la posibilidad de utilizar tutores de hierro o de PVC, aunque su uso no está tan extendido debido a su elevado coste.
El tratamiento en clase IV es fundamental para garantizar la máxima durabilidad del tutor. Al tratar en riesgo IV, se somete a la madera a un proceso de impregnación con sales de cobre, mediante el uso de un autoclave. De esta manera, las sales penetran la madera otorgándole la máxima protección posible contra hongos, parásitos, insectos y la humedad ambiente y del terreno.
Los tutores para olivos suelen ser de diámetro 4 cm. y de largos de 150, 180 y 200 cm.
Para viñedos y arbustos, se utilizan tutores de diámetro 6 cm. en largos de 200 y 250 cm.
Los tutores de 8 cm. de diámetro se utilizan fundamentalmente para árboles. El largo habitual de los mismos es de 200 y 250 cm.
Retomando el tema del tratamiento de la madera, es muy importante, a la hora de valorar qué tutor comprar, asegurarnos de que estén tratados en riesgo IV. Hay muchas empresas que, para abaratar costes, están comercializando madera tratada en clase III, cuya durabilidad es sensiblemente menor.