(parte 3)
Boxes para caballos interiores: Este sistema también es conocido como naves americanas o “barns“. Es el sistema más utilizado en la actualidad para instalaciones hípicas medianas o grandes.
Su sistema constructivo es muy simple. Se trata de naves con cubierta a dos aguas normalmente, distribuidas interiormente con un pasillo central y boxes a los dos lados, de forma que el cerramiento exterior de la nave sirve como trasera de cada box. Además se dotan zonas para guadarnés, preparación de caballos, duchas, almacenes etc.
En este tipo de cuadras todos los servicios se realizan desde el interior, teniendo en cuenta que las tareas se pueden simultanear, es decir pueden coincidir la limpieza con la preparación de caballos para su entrenamiento o con su salida a los paddocks, debemos prestar especial atención al ancho de los pasillos que en función del tipo de instalación hípicadeberá tener espacio suficiente para los servicios que vamos a prestar a las cuadras, y por supuesto para que la circulación de los caballos sea fluida y exenta de peligros. En ningún caso este ancho debe ser menor de 3 metros, pero dependiendo de las circunstancias esta medida puede resultar insuficiente en la mayoría de los casos.
La gran ventaja de este tipo de instalaciones es que el número de metros construidos se reduce muchísimo teniendo en cuenta que estamos dando todos los servicios desde el interior y en un solo edificio.
Una opción bastante práctica para estas cuadras es dotarlas de ventanas a modo de puertas superiores de box, de tal forma que el caballo pueda sacar la cabeza hacia el exterior. En ocasiones esto también se hace hacia el pasillo interior, lo que puede resultar entretenido para el caballo a la vez que peligroso, ya que al sacar la cabeza hacia un pasillo donde normalmente hay circulación de personas y caballos, puede morder o asustar a éstos provocando accidentes. Sólo cuando los pasillos son muy amplios es válida esta opción, aunque no tiene mucho sentido, ya que normalmente en los boxes interiores se utilizan frontales con reja en la parte superior, con lo que los caballos ven y tienen contacto con todo lo que hay en el interior. En cambio, en el exterior normalmente el cerramiento es ciego, con lo que el caballo al sacar la cabeza puede ver todo lo que pasa fuera, además de respirar aire puro.