III Distribución y tipos de Cuadras
(parte 1)
En cuanto a las instalaciones hípicas existen dos tipos de distribución de cuadras, por supuesto con grandes diferencias dependiendo de las zonas, climatología, uso, cultura y, como no, en función del gusto de las personas que las proyectan o construyen.
Por un lado están los boxes exteriores, conocidos en Gran Bretaña como “yard” , representados especialmente por el típico patio con las cuadras mirando hacia el mismo y los boxes interiores conocidos en EEUU como naves americanas o “barns“, que no son más que una variación de las típicas cuadras de campo de toda la vida, normalmente con pasillos interiores más amplios.
Boxes Exteriores
Se denominan así el tipo de boxes que su puerta da directamente al exterior y no tienen ningún acceso desde el interior. Los caballos pueden así tener comunicación directa con el exterior a través de la parte superior de la puerta y, si las divisiones laterales entre caballos son de reja, la comunicación con los demás caballos hace de este tipo de boxes la distribución que más satisfacción puede aportar a los caballos.
Este sistema es el más tradicional y normalmente los boxes se distribuyen en forma de U, pero también pueden distribuirse en línea o espalda contra espalda. La principal desventaja de esta distribución es que todas las faenas que debemos realizar, se hacen siempre desde el exterior con el inconveniente que esto supone por las condiciones meteorológicas, especialmente la lluvia que resulta bastante molesta a la hora de limpiar los boxes. Por ello es fundamental que este tipo de boxes estén dotados de un porche o voladizo exterior que permita trabajar adecuadamente.
Es muy importante que el almacén de la comida y la cama estén a una distancia prudencial y bien comunicados con las cuadras, incluso, si es posible, que la distancia que los separa esté a cubierto, para facilitar así el traslado de los alimentos y camas hasta las cuadras. También debemos tener en cuenta una zona cubierta para preparar los caballos, herrarlos etc, que debe situarse cerca del guadarnés y también de la zona de duchas.
Esta distribución tiene además de la incomodidad de tener que realizar todos los servicios desde el exterior, el inconveniente de que, al dar los boxes directamente al exterior, su seguridad es menor que en los boxes interiores, en los que con una o varias puertas todo está más controlado.