La madera se ha impuesto en España como materia prima en la fabricación de diferentes elementos para nuestros jardines como vallas, borduras, jardineras, mobiliario de jardín y, muy en particular, en las pérgolas. En las que la madera tratada aporta una serie de ventajas que ningún otro material puede proporcionar.
En nuestro país existía hasta hace muy poco tiempo bastante poca cultura de la madera como material de construcción. Mientras que en la mayor parte del mundo, desde los países nórdicos hasta Asia, pasando por el continente Africano y muy especialmente en los EE. UU. y Canadá, la madera es el elemento constructivo por excelencia. En cambio aquí, es a partir de los 90 cuando empezamos a tomar verdadera consciencia de las ventajas de este producto natural, sustituyendo fundamentalmente al acero, pero también al hormigón entre otros. La falta de experiencia en el sector ha dado lugar a malos usos, cálculos y decepciones que, por falta de conocimiento, han provocado también que la madera tenga hoy en día algunos detractores.
Entre las principales ventajas de la madera se encuentran la facilidad para trabajar tanto en mecanización como adaptaciones in situ, su resistencia y flexibilidad y cuando está tratada su durabilidad. Los principales problemas de la madera vienen dados en la mayoría de las ocasiones por el mal uso. Entre los que caben destacar el mal funcionamiento de los tintes por el uso inadecuado de esmaltes sintéticos y barnices que no la dejan respirar y los problemas de putrefacción por falta de tratamiento. También es verdad, que al ser la madera un producto natural, tenemos que aceptar una serie de “defectos ” , que no llegan a ser tales, sino consecuencias normales de un producto natural y que son principalmente:
Otro de los grandes problemas que puede ocasionar la madera, como hemos comentado anteriormente, por falta de tratamiento es la putrefacción, incluso en la madera laminada. Actualmente se tiende al uso de este tipo de madera sin tratar y está demostrado que a la larga puede dar grandes problemas. En cambio, cuando usamos madera tratada, tenemos la confianza de que por ley tenemos una garantía de al menos 10 años.
En definitiva la madera ofrece innumerables ventajas a la hora de construir en el exterior, siempre y cuando estemos bien asesorados y sepamos con lo que estamos trabajado.